3 jul 2013

Somos hormigas

...
-¿Planteas entonces un mundo en el que todos sean filósofos, que todos tengan derecho a todo tipo de conocimiento?
-Claro.
-Ya, bueno, pero, siendo un poco extremista, creo que así no se podría avanzar.
-Y eso ¿por qué?
-Bueno, está claro que tiene que haber alguien que haga ese trabajo que nadie quiere hacer.
-¿Quieres decir que tiene que haber... curritos?
-Sí. Si todo el mundo se licenciara ¿quién querría recoger la basura o barrer la calle en lugar de estar cómodamente sentado en un blando sillón de un despacho en el piso 297 de una torre de Nueva York cobrando 1000 dólares al día?

Claro, cuando te plantean esto tú te quedas con cara de boba mientras el otro pasa a otro tema seguro de que la pequeña discusión se ha zanjado a su favor; pero en realidad tú no estás conforme.
Parecemos hormigas; cada una con una función predeterminada, prácticamente, antes de nacer. Ahora, dependiendo de los ingresos que tenga tu familia, puedes estudiar o no, costearte una buena universidad o no, e incluso colocarte en la torre más alta de Nueva York o quedarte 297 pisos más abajo limpiando la acera. Somos hormigas que buscan un sustento para la comunidad, riquezas para un sistema gobernado por la gran reina, sin pensar en nada más que en nutrir y defender su hormiguero. Nosotros estudiamos para colocarnos lo más alto que se pueda y poder ganar el mayor sueldo posible. Antes si le preguntabas a un niño qué quería tener de mayor te decía que un barco, un avión... pero ahora reducen sus sueños a un buen coche y un chalet con piscina; antes cuando un niño quería ser futbolista lo deseaba por el placer de jugar al balón, no por el dinero que se gana. Todo el mundo quiere estar sentado cómodamente en el despacho del piso 297, pero ya no por estar sentado cómodamente, sino porque saben que tienen en sus bolsillos 1000 dólares diarios.

Sin embargo si pensamos en el tema podemos llegar a deducir que todo depende. Si alguien que limpiara la calle cobrara esos 1000 dólares aquel que se limita a desgastar el cuero de su sillón tuviera el sueldo que actualmente tiene un barrendero a lo mejor las cosas cambiaban. ¿Quién querría ser qué? A lo mejor deberían estar pagados los trabajos que cuestan mayor esfuerzo, ¿no?

En mi opinión en el mundo no tiene que haber de todo sino que todos tienen que hacer de todo. Todo el mundo tiene que tener el mismo derecho a estudiar que el de construirse una casa o por lo menos tiene que saber hacerlo, sin complejos. Vivimos en un mundo de hidalgos en el que el trabajo y el esfuerzo está infravalorado. ¿Para qué vas a esforzarte en estudiar si puedes copiar y sacar más nota que el resto? ¿Por qué vas a escalar la montaña si puedes pisar a unos cuantos y llegar antes a la cima?

A lo mejor, o a lo mejor no, al llegar arriba te encuentras con que eres una hormiga con ropa cara subida en una piedra y seguramente, ya que no te han enseñado otra cosa, lo tuitearás.