5 abr 2014

Conversación de ascensor

Ascensor. (Del lat. ascensor, -ōris). 
1. m. Aparato para trasladar personas de unos a otros pisos. 
2. m. montacargas.

Para empezar nunca está esperándote en el piso en el que estás para subir o bajar, pero cuando, por maravillosa casualidad, se encuentra en la misma planta que tú te da tan grata sorpresa que te ves tentada de darle a todos los pisos para que siga siendo solo tuyo durante el máximo tiempo posible.

Cuando se pone en marcha te da un pequeño mareo y un leve cosquilleo en el estómago que finaliza al llegar al destino con un suave suspiro tuyo, y a veces un pequeño timbre de triángulo por su parte, que te anima a lo que tengas que hacer al salir de él.
Yo creo que tarda más en bajar o subir a propósito, cuando hay un vecino suficientemente conocido como para saludar y mantener una interesante conversación sobre todo lo que está lloviendo pero no para hablar de nada más. Casi puedes oír como el ascensor se carcajea, tardando un minuto más de lo que suele para que el límite del silencio incómodo se haga perceptible.
Así como lo de contarle tu vida en treinta segundos, lo estresada que vas y lo tarde que llegas. Qué bien debe de pasárselo...
Es realmente sincero, de hecho a veces exagera... de hecho incluso se pasa cuando su espejo insiste a voces en reiterar las ojeras que tienes. Se oye por detrás la vocecilla de alguien "Es la luz...", pero no hay nada que hacer, tiene mucha capacidad de convicción; las ojeras son reales.

Buf, los espejos del ascensor... ¡cuántos disgustos y cuántos favores nos han hecho! ¿Qué hay de esa vez en la que ibas a un concierto tarde y recién salida de la ducha te habías puesto la camiseta al revés? Él fue quien te dio esos segundos para cambiarte rápidamente. ¿Y qué hay de aquella espinilla endemoniada? Él fue quien te la descubrió y te salvó la cita. Ahora bien, no hay que olvidar ese momento épico en el que, con quizá unos grados de más de alcohol en la sangre, subes a casa y empiezas a poner caras ridículas mientras piensas lo guapa que salías y lo fea que vuelves. Bueno, no nos engañemos, las caras ridículas las ponemos también sobrios.

También es verdad que la imagen que te dan de ti mismo, dejando a parte que muchas veces retoca, no solo tus horas de sueño, sino también tu tono de piel, se asemeja peligrosamente a un personaje de película de terror, solo hace falta bajar un poco la cabeza y descubrir en tu reflejo una verdadera mirada asesina.

A veces he pensado que quizá un ascensor es una especie sala de interrogatorios, y que al otro lado del espejo hay alguien que puede ver y oír todo lo que hacemos nada más entrar en el ascensor. Por eso, cuando monto en un ascensor sin espejo, será mucho más claustrofóbico y todo lo que quieran, pero respiro una tranquila intimidad.


Ascensor. (Del lat. ascensor, -ōris). 

1. m. Aparato para trasladar personas de unos a otros pisos. 
2. m. montacargas.

No nos engañemos, señores. Un ascensor es mucho más.