22 ago 2013

¿Dónde se han escondido los poetas?

¿Dónde están los que tiemblan al escuchar una rima?
¿Dónde están aquellos que saborean las palabras como si fueran almendras garrapiñadas, poquito a poco, mientras se hacen agua en la boca?
¿Dónde están aquellos a los que un verso sí les cambia el poema?
Los poetas se esconden, ¿por qué se esconden los poetas?
Se esconden porque el mundo ya no tiembla, porque ya no se estremece si no es de frío, y el mundo debería temblar de amor. De amor, de tristeza, de alegría, de miedo, de algo. Necesitamos sentir y tenemos miedo de hacerlo. Los poetas tiemblan porque sienten y a la par se sienten solos y se esconden. Algunos se esconden y leen versos, otros escriben algún relato, otros piensan mirando al mar mientras cierran los ojos en la habitación de su piso.
Qué difícil es descubrir a un poeta, allí, sentado en un banco, con un aura diferente, poco distinguible a los ojos de un mundo que no tiembla. Lo curioso es que si alguna vez quieren mostrarse lo hacen a la luz del día, plenamente, o en su defecto de noche, a plena luna. Nunca lo hacen a la luz de una pantalla porque son demasiado costumbristas, en todo caso con algo de papel
¿Dónde estarán los poetas?
En el metro, contemplando las vidas de la gente que se plasman en los rostros aparentemente tediosos, inventando su historia en la cabeza; callados, en una parada de autobús, sintiendo como el viento remueve el pelo desde la raíz a la punta y dejándolo volar; sentados a tu lado, en un pupitre de clase, subrayando en el libro de texto una frase curiosa; paseando por la calle, quizá con algo de prisa por llegar a la biblioteca una mañana que le apetece leer a Benedetti, escuchando una canción de Yann Tiersen mientras las yemas de los dedos tamborilean en los vaqueros queriendo tocar las notas que suenan.


Los poetas se esconden con nosotros, que también nos acabamos escondiendo porque tenemos miedo de sentir. Y es que no es poeta aquel que sabe de memoria una estrofa, ni tampoco quien escribe cuatro versos. Un poeta puede no llegar a escribir nunca nada, pero lo que siempre hará un poeta es sentir.


1 comentario:

  1. Seguro que te está esperando para darte un abrazo de versos en cualquier esquina del azar.

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