8 oct 2012

El amor es nuestra resistencia

Clase de filosofía. Necesidades del cuerpo, necesidades del alma.
He llegado a la conclusión de que tenemos más presentes las del cuerpo.

La sociedad nos empuja a tener cierta dependencia por las necesidades del cuerpo. Nos preocupamos de comer bien, beber de vez en cuando, comprarnos ropa bonita, y a poder ser cara, tener un poco de sexo...

Tener un poco de sexo. Hoy en día se folla más que se hace el amor.
Yo creo que esto se lo debemos a siglos de represión y prohibición. Hemos terminado haciéndolo tabú completamente. Pero lo gracioso es que cuantas más prohibiciones se le pone al ser humano, más se esfuerza en buscar lo prohibido, y cuando se busca tanto algo acaba convirtiéndose en una necesidad. He ahí el problema.
El sexo está bien de vez en cuando. Sirve para desinhibirse, para calmar las pasiones... pues sí, pero no deja de ser una necesidad del cuerpo. ¿Hemos dejado de lado el amor para sustituirlo por el sexo? Espero que no.
El amor es una necesidad del alma. Te hace pensar, sentir, te abre puertas y si no, ventanas, te obliga a dedicarte al resto y no solo a ti mismo. El amor es el colmo del consumismo por mucho que el día de San Valentín se empeñe en desmentirlo.

¿Qué pasaría si nos quisiéramos todos un poquito más? ya no digo como pareja, me refiero al amor hacia las personas, al altruismo. Seguramente el mundo daría una vuelta de campana y se sorprendería de lo bien que estaríamos.
Lo que nos marchita es no tener amor, y no solo no tenerlo, sino no poder darlo.
El amor mantiene el alma viva, te hace inmortal. Es lo que últimamente se empeñan en conseguir unos cuantos señores ricos, matarnos el alma.
¿Qué pasa si no les dejamos?



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