Recuerdo cuando nos espiábamos desde los escaparates.
"Oh, voy a aprovechar este paso de cebra para mirarme el pelo", pensamos, "la gente pensará que estoy mirando el vestidito que tiene la tienda, no pareceré para nada pija".
Cuántas veces hacemos eso. Confesad.
Cuántas veces fuimos juntos y miramos nuestro reflejo en los escaparates.
Como de costumbre el 86,39% de los viajeros whatssappean con sus móviles. Miro fuera, suelo elegir ventana. Ya es de noche y el cristal me devuelve la imagen invertida del interior del autobús. Miro a la señora que tengo a mi lado desde allí. Teclea en la extra, mega e innecesaria enorme pantalla de su teléfono táctil. Me fijo mejor. "Chiste del día" pone. Qué triste señora, que tenga usted que descargarse un programa que le cuente un chiste diario para poder reírse de algo cada día.
Miro el móvil de la chica de delante. Me cuesta más visualizar su pantalla. Me coloco en mi asiento. "Te quiero" escribe en su conversación de whatssapp, seguramente que mantiene con un novio. Qué fácilmente se dice "te quiero" en estos tiempos. Con lo que costaba decírselo a unos ojos que albergaban toda una vida. Me pregunto cuántas veces se lo habrá susurrado al oído al chico al que se lo está escribiendo. No me imagino muchas.
Me fijo un poco más allá en un chico que va de pie. También tiene el móvil de la mano. Lo tiene en vibrador. Cada vez que recibe un mensaje casi ni espera a que termine de vibrar. Tiene que ser algo importante. Bueno, o no tan importante, pero la cuestión es fabricar bobadas importantes para sentirse especial de vez en cuando.
Un señor mayor dormita mientras una y otra vez le despiertan los "guardias tumbaos" y demás baches de la carretera. Despotrica en cada uno cada vez que le hacen abrir los ojos.
Sigo espiando el ambiente a través del cristal hasta que me topo con unos ojos que me miran. Me miran a través de mi cristal. Me han descubierto.
Quien diga que nunca ha usado los reflejos para fijarse en alguna persona o cosa miente. Bueno, ahora cada vez menos, pero en los tiempos en los que se utilizaba el móvil para llamar era eso o hacer como que te mirabas en el paisaje (aunque no se vea nada porque si va en movimiento no puedes fijarte en nada de fuera).
ResponderEliminarAh, y me ha gustado, como de costumbre haciendo referencia al título del blog :D
Me encanta , !
ResponderEliminarSi, lo he hecho varias veces lo del reflejo, hay que decirlo , también delante tuyo jaja
Me encanta , para ir veas que sí me paso de vez en cuando, te iré comentando de vez en cuando ;)