partir sin alma, e ir con alma ajena,
oír la dulce voz de una sirena
y no poder del árbol desasirse;
arder como la vela y consumirse
haciendo torres sobre tierna arena;
caer de un cielo y ser demonio en pena,
y de serlo jamás arrepentirse;
hablar entre las mudas soledades,
pedir prestada, sobre fe, paciencia,
y lo que es temporal llamar eterno;
creer sospechas y negar verdades,
es lo que llaman en el mundo ausencia,
fuego en el alma y en la vida infierno.
Lope de Vega
Necesitamos mimos.
A todos nos gustan los mimos de vez en cuando, pero hay momentos en los que los necesitamos.
Cuando estamos mal, las cosas se nos tuercen, los amigos no nos escuchan, suspendemos los exámenes, tenemos alergia o añoramos a alguien que está lejos nos volvemos tres veces más mimosos. Lo curioso es que solemos dar mimos a los demás a pesar de no recibirlos, me da la sensación de que los damos porque añoramos que nos los den.
Los humanos somos seres curiosos, ¿la ausencia de mimos nos hace darlos? qué bobada. Parece que no tiene sentido pero yo creo que sí que lo tiene.
Para empezar está el chico/a que ha tenido un montón de "líos", odio expresarlo así, lo sabéis, y que es un auténtico Don Juan en todos los campos pero que le duran un pestañeo las relaciones.
El otro día lo hablaba con un amigo. Parece como que te miran con desprecio, ciertas personas, si no te has besado con mucha gente o no has tenido más de dos novios en tu vida. Me he parado a pensar y creo que no es desprecio, sino envidia. Gente que se burla de ti si les dices que estás enamorada y se ríen cuando les cuentas que no podrías besar a otra persona, no lo comprenden. No comprenden como ellos no han podido sentir eso.
La ausencia de esos mimos, la ausencia de ese amor es lo que creo que les hace enrollarse cada poco con alguien. Mitigan así la envidia que les surge cuando se dan cuenta de que esos mimos no son ciertos del todo. No está mal vivir la vida loca una temporada, dar "falsos mimos" para, supuestamente, recibirlos, pero tampoco está mal tener esos amigos que te dan besitos o un buen abrazo digno de novela en el momento justo. A lo mejor los dan porque tienen ausencia de ellos, pero, aunque los amigos no tienen por qué ser melosos y cariñosos siempre, no está mal que de vez en cuando sientas su contacto. Por supuesto, después está el enamorarse y sentir esos mimos de verdad cuando se es correspondido. Eso sí que no está mal.
Como decía mi profe de lengua: si le preguntas a una persona enamorada si le gustaría no estarlo, seguramente respondería que no.
He aqui mi comentario,
ResponderEliminarAmo como escribes.
Mimos, todos los necesitamos. Ya sabes, cuando quieras me dices... "Andrea, un abrazo!" y Andrea te lo da.
Sigue escribiendo mucho, eres muy grande. Alguien con personalidad, no "pechonalidad". jeje